Las crepas desde su origen son un platillo que se prepara con harina de trigo y agua, la mezcla se vierte en un sartén y se forma un disco del tamaño deseado, cuando está cocinado de un lado se le da vuelta y se cocina del otro. Cuando está cocida, se le pueden poner una gran variedad de ingredientes, ya sean dulces o salados, todo depende del gusto de cada quien.
Las crepas, derivando del latín “crispus” que significa crespo, la palabra crepa es antigua, tan antigua data de la Francia del medievo, en la zona de Bretaña para ser más precisos tiempo en que los agricultores fabricaban una especie de torta de consistencia crepitante.
Se dice que las crepas que el platillo existe desde el Imperio Romano y son los franceses los que han tomado el estandarte y se han encargado de hacerla famosa en el mundo.
Desde el punto de vista Francés y según la historia que nos han contado, el platillo de las crepas nacieron en el Medioevo, ya que las plantaciones que tenían mejor cosecha eran las de el trigo, contaban con una buena producción de huevo y en su mayoría contaban con cabras para la leche, la suma de estos alimentos dió origen a una mezcla de nombre “galette” que se podía coser sobre las piedras calientes. Así obtenían una especie de tortilla crujiente y delgada la cual podía acompañar con cualquier guisado.

En muchas ocasiones se cree que esto sucedió por “accidente” ya que los agricultores buscaban crear un alimento más sencillo y económico que la hogaza de pan.
Pasados varios años, esta historia cambió y se le adjudicó al Príncipe de Gales, quien pasaba gran parte del invierno en el Costa Azul Francesa, en Montecarlo para ser exactos.

El Príncipe acostumbraba realizar cenas para sus amigos y es en una de esas ocasiones en las que el cocinero o maître mientras preparaba el postre, derramó el licor de mandarina el cual se flameó. El Cocinero asustado, decidió probar el resultado y se dió cuenta que tenía un excelente sabor, así que decidió servir las crepas dobladas dos veces y acompañarlas con la salsa de fruta de mandarina.
Las presentó como un nuevo platillo de nombre “Crêpe Princesse”, el Príncipe y sus invitados quedaron fascinados con el platillo. El Príncipe decidió cambiar el nombre por “Suzette” en honor a la hija de uno de sus invitados.
Y así fue como nacieron las crepas dulces mejor conocidas como Crepe Suzette.
Así es como la historia de las crepas ha ido cambiando de generación en generación y hoy se encuentra como la historia más aceptada sobre el origen de las crepas, aunque la pregunta que todos nos hacemos es … ¿Quién era el cocinero al que le paso eso? … creo que nunca lo sabremos.
También es importante que sepas que Henri Charpentier quien era el chef del multimillonario Rockefeller se atribuyó ser el cocinero de la ya famosa Crepa Suzette en 1896, en muchas ocasiones esto genera polémica y ha sido puesto en tela de juicio en diferentes momentos.
Hoy en día incluso la publicación de Larousse Gastronomique habla sobre las dudas de que Charpentier fuera el creador, ya que para ese momento él debió haber tenido unos 16 años y no había forma de ser el capitán de la cocina y menos de servir para el Príncipe, lo que si se le reconoce es que el fué el que la trajo e hizo famosa en los Estados Unidos.
Charpentier defiende su autoría de la crêpe Suzette ya desde la primera página de su libro “Life à La Henri – Being The Memories of Henri Charpentier” publicado originalmente en 1934 por Simon & Schuster, Inc. y republicado en 2001 por The Modern Library, él dice allí que desde los 10 años trabajaba en el Hotel Cap Martin, lugar aparentemente preferido por la nobleza europea “más que sus palacios”, según palabras de Charpentier (p. 3, ibid.)
No es prudente afirmar que Charpentier tiene la paternidad de la crêpe Suzette solo porque él lo haya dicho, y aunque nadie lo haya desmentido, hay razones que aportan peso contra la tesis de Charpentier, dos de ellas son: Auguste Escoffier es el primero en referirse a la receta (pero tampoco se le atribuye la creación) en sus libros y no hace mención de su creador, él usaba jugo de mandarina y Curaçao para aderezar la mezcla de crêpe y mantequilla derretida y azúcar (a la que se agrega el ceste de mandarina)

Léon Daudet, en el París vécu (1929), habla de las crêpes llamadas Suzette que alrededor de 1898 era una de las especialidades del Restaurante de Marie (famoso por su oeufs Toupinei y su Entrecote Bordelaise), la diferencia es que eran hechas con jamón y sazonadas con brandy “Lo que las mejoraba grandemente” (p.1039, Larousse Gastronomique, en inglés, 1988).
Otro hecho sería que no existe ninguna confirmación o desmentido por parte del rey Eduardo VII, cuyo silencio parece cómplice ante la incertidumbre.
Hay pocas pruebas para refutar o no el testimonio del chef Charpentier y mientras no se aporten más claves, el interrogante sobre el origen de las crêpes Suzette no será aclarado.
Hoy en día existen tantas crepes, como mentes que desean mezclar ingredientes, pero todo se resume básicamente a las dulces, con frutas, mermeladas, chocolates y más; y a las saladas, generalmente con quesos, carnes frías, champiñones, entre otros.
Las crepas más famosas hoy en días son:
⭐ Crepe Suzette:
El relleno es de beurre Suzette o mantequilla Suzette, elaborada con mantequilla, azúcar, zumo de naranja y el conocido licor de naranja.
⭐ Crepe Fourrée:
Suelen ir enrolladas y rellenas de crema pastelera y algunos tipos de frutos secos.
⭐ Crepe Au sucre:
Esta crepa de contrastes únicos se prepara con azúcar espolvoreada y zumo de limón.
⭐ Crepe Au beurre salé:
La mantequilla vuelve a ser la base, pero en este caso, salada.
⭐ Crepe Aux Marron:
Si te gusta el sabor de las castañas, esta es tu crepe. Se rellena de una crema elaborada a base de este fruto.
Las crepas también han dado vuelta al mundo y según el lugar en el que te encuentres las puedes encontrar:
😋 Crepes y galettes:
Ya te las hemos presentado, las originales y las más consumidas, en su versión dulce y salada
⭐ Frixuelos:
Especialidad del norte de España muy parecida a las crepes francesas. Suelen comerse enrollados y rellenos de compota de manzana.
⭐ Blinis:
Estas crepes de origen eslavo son más pequeñas y esponjosas. Es tradición comerse con patés a base de productos del mar.
⭐ Piadinas:
Tortita salada típica de algunas zonas del norte de Italia. Suele servirse caliente y plegada por la mitad con ingredientes salados.
⭐ Crumpets:
Así deberás pedirlas si viajas a Inglaterra. Más gruesas y con la parte superior agujereada, suelen tomarse para desayunar con mantequilla y mermelada.
⭐ Baghrirs:
Especialidad magrebí hecha con sémola de trigo y agua templada, que suele servirse con un chorrito de miel por encima.
En todo caso, siempre hay una buena ocasión para unas crepes, sea como aperitivo, comida principal, saladas o dulces… pueden ser tan pesadas o tan ligeras como queramos. Es perfecto para mezclar con cualquier tipo de ingredientes y para compartir un buen rato entre amigos y familiares, si deseas elaborar un plato delicioso y sencillo.
