Quizás a ti como a mi te fascinan las crepas, si ya se, las dulces son deliciosas y para mi son como un premio, aunque las saladas cada vez me gustan más y como dejar a un lado las picosas, las envinadas, las gourmet o sencillas, grandes o pequeñas, suaves o crujientes, en fin, es todo un universo disponible para comer crepas.
Eso sí deben de ser sabrosas a un precio justo y sobretodo deben de ser servidas con gentileza y amabilidad sin embargo y tristemente no siempre sucede de esa manera. Lamentablemente yo pase por una mala experiencia que fue la que justamente me orillo a tener mi propio negocio.
Siempre que visitaba una Plaza Comercial o una Feria buscaba el lugar donde estuvieran las crepas ya que era un platillo que no consumía con frecuencia, solo la compraba cuando estaba en este tipo de lugares, como digo era mi premio.
Hace algunos años estaba en la ciudad de León en Guanajuato en su bonita y enorme Feria, era un mes de enero y recuerdo que la tarde era preciosa y obviamente localicé el lugar de las crepas por lo que fui por una. Había mucha gente tanta que tuve que esperar ¡45 minutos! para que llegara mi turno.
Mientras esperaba ya me la estaba saboreando y al mismo tiempo observaba la complicación a la que se enfrentaba el personal del local. Finalmente y después de largos minutos de espera llegó mi turno, feliz extendí mi orden me prepararon mi crepa en ese instante y no paraba de salivar.
Tristemente mi crepa estaba incomible, cruda, el queso sin gratinar y el jamón de pierna de pésima calidad, no me la pude comer. A corta distancia observaba cómo la gente se amontonaba para comprar su crepa y pensé que no era justo que compraran una crepa de tan mala calidad.
No era posible que no se le hiciera justicia a uno de los platillos más consumidos en el mundo de acuerdo a un estudio de CNN en español en el 2017.
Fue en ese momento que nació EL CREPADRINO, fue ahí que tomamos la decisión de prepararnos profesionalmente. Esa gente que estaba ahí formada esa tarde ni siquiera se percató que fueron ellos los que me inspiraron para llevarles a su próxima edición de Feria las crepas más deliciosas que jamás antes hubieran probado.
El Crepadrino es una empresa familiar que vino a despertar el espíritu creador que no sabíamos que teníamos. Además descubrimos una valentía que estaba por ahí en espera de un proyecto para poderse expandir.
Así fue como en aproximadamente un año nos preparamos para echar andar nuestro proyecto. Busqué, contacte y contrate a especialistas en el ramo. Después practicamos en casa. Poco a poco fuimos contratando espacios en eventos públicos para deleitar a nuestros comensales con deliciosas crepas
El inicio para ser franca fue caótico, supongo que todo negocio tiene un arranque problemático. Con el tiempo fuimos adquiriendo experiencia y gradualmente fuimos creciendo, empezamos con un ayudante y con el paso del tiempo hemos reclutado hasta 18 personas para que nos apoyen en la operación de un par de stands.
Desde un inicio siempre hemos sido muy cuidadosos con la calidad de nuestras crepas, usamos rellenos de primera calidad y de marcas originales. Así como también entrenamos y supervisamos a nuestros colaboradores para que se esmeren en el preparado de cada crepa.
Debo también mencionar que tuvimos la oportunidad de viajar a Francia que es la cuna de este manjar. Fue en París donde visitamos cualquier cantidad de creperías de todo tipo, económicas y costosas, grandes y pequeñas, sofisticadas y simples. Fue muy divertido ya que, así como en México hay una taquería en cada esquina lo mismo sucede en París, pero con las crepas.
Este viaje se presenta cuando ya teníamos algunos meses en operación por lo tanto pudimos sacar el mayor de los provechos, es decir, pudimos hacer una investigación de mercado de primera mano con los expertos en el tema haciendo preguntas concretas, explorando nuevas posibilidades y observando detalladamente la operación de los que tienen décadas haciendo esta labor.
A nuestro regreso obviamente pusimos en marcha todo lo aprendido en terrenos franceses y con la combinación del conocimiento adquirido aquí en nuestro país hemos logrado desarrollar un modelo de negocio exitoso.
Finalmente pudimos alcanzar mi objetivo, pudimos regresar a la ciudad de León con nuestra propuesta de crepas dulces, saladas y envinadas. Me satisface tanto poder complacer a mis comensales con un platillo rico, de calidad, con una investigación de mercado que nos respalda. Con crepas tipo gourmet con precios muy accesibles.
La combinación de productos originales con frutas frescas, el uso de quesos y cárnicos de primera calidad y el esmero para decorar todas y cada una de nuestras crepas hoy por hoy nos mantiene como los favoritos, sin duda somos los esperados y los número uno de los eventos donde participamos.
